DÍPTICO DE MEDIANOCHE O EL ADORMILANTE HUMO DEL INCIENSO por Cira Romero
Por Cira Romero No somos sacerdotes, tampoco predicamos, cada hombre ha de alzarse a su propia estación, más bueno es que recuerden que cuerdas como estas entre los cielos mueven la espada y el clarín. («Para los cuatro gremios» …