Por: Deney Terry
Foto: G. Blasky Studio
Hasta el Bestiario, derivado de mitos ancestrales impregnados en la conciencia de Lara, está presente en su aventura abarcadora. Copulaciones que funden lo humano y lo animal, el tiempo con los sueños, la veneración fálica con ese discurrir atrevido que va más allá de disposiciones sexuales determinadas y concentra lo múltiple en un querer decir que ataca y sugiere.

Serie La última corrida. Litografía. 2011

Serie La última corrida. Litografía. 2011
Hay corridas felices o triunfales y otras que cuestan la vida, hay corridas lanzadas al ruedo de la plaza popular y otras íntimas que parecen venir como lava volcánica donde los resultados ígneos se transforman en figuraciones y símbolos. El placer convertido en paradigma, la infinitud detenida de súbito en el imaginario personal y ese desbordamiento de la carne en el trazado multiforme erigen un código que se abre cada vez que una experiencia y un mirar nuevo aparecen frente a la percepción del artista. Al querer escapar de la encerrona opresiva de lo social y las taras, produce una suerte de narración onírica armada mediante esbozadas representaciones de la libido.
Si para Freud, la libido se exterioriza en cada acto o invención del arte, Lara estructura un complejo de visiones en la que ese aserto freudiano resulta plenamente evidenciable.

Serie La última corrida. Litografía. 2011
La concurrencia de figuraciones erótico-danzantes es una línea que no parece terminar y que dibuja movimientos arremolinados. Subjetividades transfiguradas en seres hermafroditas que se agitan en una suerte de miembros fálico-volumétricos y terminan por perderse entre la numerología y la letrografía de efectos tauromáquicos.

Serie La última corrida. Litografía. 2011
Costillas y vértebras parecen un solo componente en movimiento sobre un eje escalonado de funciones logarítmicas que dibujan parábolas y elipses. Sus figuras tienen ese sabor daliniano de un Gran masturbador, emergiendo de astas punzantes, directrices matemáticas, líneas dispuestas en abanico de flechas y miembros zoomórfico-humanoides.
Figuras dibujadas a base de líneas caligráficas, colas, senos goteantes, espirales, cruces, juegos, pezuñas y cuernos, rostros de expresión constreñida; todo junto en función de crear una suerte de ser mitológico, primo-hermano tal vez de Dionisio en pleno festín de los dioses.
Corrida polisémica, la suya; corrida de tradición y de cuerpo; corrida donde la satisfacción queda estampada en formas que parecen hechas a punzonazos sobre materias diversas, como si así se produjera una fiesta de sensaciones entre gozos y dolores.
La Habana y octubre de 2014
Deney Terry. Licenciada en Historia del arte en la Universidad de La Habana. Fue asistente profesional del pintor Manuel López Oliva.
Referencias y enlaces a su obra:
http://palabranueva.net/new/concurso-de-periodismo-palabra-nueva-2/